lunes, 3 de mayo de 2010

EL COLOR - en you tube -


CAPÍTULO V



El color es el atributo de la Manifestación de la Perceptibilidad. Puesto que el Universo manifestado es el vehículo o instrumento del Espíritu, tiene que ser concebido y luego percibido antes de que pueda ponerse en uso. Nosotros como “chispas del Espíritu” en forma manifestada, nos percatamos de este instrumento por medio de nuestra facultad de la vista. Los otros sentidos son medios por los cuales completamos nuestra percepción, pero mediante la vista “damos el primer paso”.
Por lo tanto, el color, como “perceptibilidad” (nosotros vemos las “cosas” como “parches de color”), tiene una gran significación con respecto a la naturaleza oculta de la manifestación. Si nosotros estamos aquí para desplegar conciencia de los principios de la vida, debemos aprender acerca de las funciones de las cosas materiales y también sobre lo que ellas significan como quimicalizaciones de arquetipos. Comprender la naturaleza de una cosa material así como su función es comprender el propósito de su arquetipo; comprender el propósito de un arquetipo es comprender hasta cierto grado, un principio de vida. Los arquetipos, en conjunto, son las manifestaciones primordiales de la vida; la vida del arquetipo es el “ciclo de vida” de su quimicalización manifestada. “Arquetipo y manifestación es la referencia más directa que podemos hacer a la Ley Cósmica de «causa y efecto»”.
Después de centenares de encarnaciones estamos tan acostumbrados a aceptar los colores del mundo que nos inclinamos a olvidar (si es que los hemos conocido) la significación de este atributo en el ciclo de vida de las cosas manifestadas. Puesto que todas las cosas afectan y son afectadas por todas las demás cosas, ¿será posible que el color represente un aspecto de la naturaleza del intercambio universal vibratorio? Los colores son emanados y se responde a ellos; afectan las cosas que reaccionan a ellos y son afectados por las cosas que actúan sobre sus formas quimicalizadas. Por lo tanto si tuviéramos “ojos para ver”, podríamos estudiar este aspecto de la emanación vibratoria de las cosas manifestadas y aprender sobre la naturaleza y significación de sus arquetipos: sus realidades.
El estudio del color siempre ha ocupado un puesto en aquellos acercamientos por los cuales los seres humanos han tratado de comprender la naturaleza interna y externa de su propio arquetipo, la humanidad, y el de las otras octavas de manifestación. Puede decirse con alguna justificación que el estudio de la vida es el estudio de la vibración, la cual es la acción esencial de la vida. Los Grandes Seres que nos enseñan actúan para encender en nuestra conciencia la percepción de la vibración porque ellos saben que la materia no es una “cosa muerta”, sino la manifestación de algo eternamente vivo, pulsando rítmicamente, liberando y realizando sus potencialidades eternamente, pero jamás cambiando en su esencia.
Puesto que en este estudio nos concierne el color como un factor en la expresión del arte, la simbología astrológica y las verdades concernientes a la naturaleza del arquetipo, la Humanidad, recordemos en parte lo que se ha dado como instrucción perteneciente a los
colores del aura humana. El autor, aún no cualificado, nunca ha tenido la experiencia de percibir el aura humana, pero varios de sus conocidos y quizás muchos de ustedes, estudiantes, la han tenido. El hecho realmente destacado en la información trasmitida por esta experiencia es el atributo del color de este cuerpo vibratorio. Prescindiendo de la extensión, brillantez o la opacidad, se sobreentiende que el color se ve en toda aura. En verdad, sin el atributo del color, el aura no podría ser vista en absoluto, y menos ser estudiada y analizada; aunque su poder puede ser “intuido” por las personas sensitivas a través de sus reacciones a la cualidad vibratoria del aura de la persona. En otras palabras, aquello que es intuido (por reacción del sentimiento) es lo que se ve clarividentemente como color del aura.
El compuesto de cuerpos etéricos de la estructura humana es una de las muchas formas del estado arquetípico “matriz”; otra forma de “matriz”, es el aire, en el cual todos estamos envueltos; otra forma más, es el agua (gestación), lugar de manifestaciones generadoras. Se dice que el aire y el agua no tienen color. No obstante, si el aire y el agua no poseyeran hasta cierto punto, el atributo de vibración del color, ¿cómo podría la luz ser dirigida a través de ellos?, ¿cómo podrían ellos reflejar color?, ¿cómo podrían las colores percibirse a través de ellos? Existe una máxima oculta que para poder manifestarse en cualquier plano, es necesario un vehículo adecuado; ¿cómo puede entonces el color manifestarse en y a través del aire y el agua, si ellos como “elementos no poseyeran en su naturaleza esencial, aquello que corresponde a la naturaleza del color? ¿Será que la cualidad incolora del aire y del agua es el único color blanco verdadero que existe y que aquello que nosotros designamos como “blanco puro”, corresponde a lo incoloro, del mismo modo que el cuerpo físico corresponde a la matriz etérica? ¿O es como cualquier manifestación realizada, correspondiendo a su arquetipo, como una rosa en la completa hermosura de su madurez perfecta corresponde al “arquetipo de la rosa” o así como el más altamente evolucionado espécimen de una especie animal correspondería a su arquetipo grupal? (¡materia para pensar!). El color es verdaderamente uno de los misterios de la manifestación porque por él, la divina esencia de las manifestaciones es percibida en una forma especializada. El color corresponde al diseño, así como una verdad filosófica corresponde a la ceremonia o ritual que la transmite simbólicamente al conocimiento interno de la humanidad; así como el amor entre marido y mujer corresponde a la encarnación de un niño; como la aspiración corresponde al servicio.
Debemos usar analogías:
Si consideramos lo incoloro del aire y del agua como color blanco arquetípico (y como tal, el “símbolo del color de lo Desconocido”, de lo Infinitamente Subjetivo), entonces lo más puro de lo que llamamos “blanco” es el blanco manifestador. Este, a su vez, y por correspondencia, es el color del Padre-Madre Dios en su esencia y en sus dos expresiones de “Espíritu Virginal” y “Conciencia Perfeccionada”. (¿Por qué asociamos el “blanco” con la pureza?) La pureza es “lo indiferenciado”, la inocencia no es refractada por la experiencia”; la perfección es la realización de la unicidad (unidad). Todo lo que describamos como “perfecto” es realizado, armonioso, y completo en la relación de sus partes entre sí y con el total. El blanco es “inocencia antes de la refracción de la luz” y la “perfecta re-unidad después de la refracción”. En su relación con los colores del espectro, el blanco simboliza la relación entre la conciencia perfeccionada y la diferenciación de las cualidades anímicas que nosotros designamos por medio de las palabras valor, paciencia, integridad, etc. En relación al negro, el blanco es fuente espiritual y el negro es completa “quimicalidad” de las emanaciones de la fuente. Considere esta analogía: El blanco arquetípico es causalidad universal; el blanco manifestador es bipolaridad universal; el negro es lo más denso de la quimicalidad universal. El negro es un tema muy interesante de consideración y estudio y un tanto fascinante, para meditaciones filosóficas. Ha sido usado (el pobre) durante edades para simbolizar los conceptos humanos del infierno, la muerte y el mal - en resumen, el símbolo del color del Diablo. Nada menos que una injusticia. El negro como “color” en el universo material, es la compresión del castaño (el compuesto de todos los colores del espectro) y el castaño es el símbolo del color de la tierra productiva - nuestro hogar en la encarnación. El negro es pues la congestión de fuerzas de vida productivas, pero la congestión no significa muerte en el sentido absoluto - la congestión es una pequeña muerte que puede, debe y ha de ser redimida. El color que podría simbolizar la muerte absoluta tendría que corresponder al blanco arquetípico, así como el negro corresponde al blanco manifestador. Y tal “color” no existe, porque el negro es el “punto medio” entre blanco y blanco. El aspecto de cuadratura (congestión) entre dos planetas en un horóscopo representaría dos colores que por su relación tienen el efecto de “ennegrecimiento” del matiz de cada uno - ¿no ha visto usted “rojo negruzco” o “verde negruzco”? Estos matices representan grados de congestión de potencialidad de color hacia un punto común de “estatismo”. El negro no es reconocible como el “rojo o verde” o cualquier otro color - él es la densidad extrema (la vibración ínfima) de todos los colores, así como el blanco manifestador es la extrema redención de los poderes del color. En el “Infierno de la Divina Comedia” de Dante, la región más baja de este lugar infortunado y representada como un lugar de lo “perdido para siempre”, “fuera de toda esperanza”, “imposible de redimir”, “absolutamente ninguna potencialidad”, “negación total” y “completamente inanimado”. Es cierto, se nos dice, en la filosofía oculta, que hay unos pocos miembros de olas de vida que se congestionan a tal grado que no pueden progresar con los otros en su “ola” particular; pero se nos instruye también que, no importa cuánto tiempo se les mantenga negros, finalmente ellos comienzan de nuevo con otra “ola” y así progresan hacia la realización. Así pues, el “infierno”, como lugar de los totalmente perdidos, es una ilusión, un falso concepto de la vida. Nosotros creemos que la “misericordia de la vida” (o del Padre-Madre Dios) está expresada en la verdad que todas las potencialidades han de ser redimidas eventualmente - nadie ni nada ha de “ser separado y descartado para siempre”. El color negro podría, pos supuesto, simbolizar el estado de “congestión a tal grado que el progreso quede inhibido por cierto tiempo”, pero el progreso eventual será representado por la liberación (en un nuevo ciclo) de las potencialidades congestionadas del negro. Sus aspectos astrológicos se aproximarán a la “negrura del color” al grado que las cuadraturas estén aproximándose a los 90° exactos y sean exoneradas por la ayuda de sextiles y trinos. Al grado que las cuadraturas sean removidas de los 90° será su color más evidente. Al grado que sus planetas formen trino, así, resplandecerán sus colores planetarios con esplendor, poder y belleza.
El autor no presume de presentar “verdades absolutas” en estas representaciones de color simbólicas; sin embargo, nosotros como estudiantes de astrología nos acostumbramos tanto a ver el arte astrológico representado por medio de “marcas negras sobre papel blanco” que olvidamos el valor de “pensar cromáticamente”. Puesto que estamos bregando con los espectros de diseños y vibraciones debemos ejercitar de cuando en cuando nuestras mentes sobre los colores implicados en los símbolos trazados; estos “colores implicados”, a la vez simbolizan los espectros de la conciencia y experiencias humanas, y debemos percibir gradualmente si vamos a desenvolver nuestra comprensión de “cualidades de localización”, “cualidades de relación” y la “naturaleza arquetípica de los planetas como enfocadores, de los signos zodiacales. Un poco más de alimento para pensar: El blanco arquetípico según se “manifiesta en las cinco octavas de color de tres octavas del punto, la línea, y el círculo de la simbología astrológica:

Las cinco octavas manifestadas del blanco arquetípico son:

1) El Blanco Manifestador;

2) Gris (neutral);

3) los Colores del Espectro;

4) El compuesto de éstos, el Castaño;

5) La congestión de éstos, el Negro.

Las tres octavas de la línea, del punto, y de los círculos son:

1) Cósmica (lo desconocido;

2) Solar (Padre-Madre Dios);

3) Humana (el Gran Mándala del Arquetipo, la Humanidad, y el mándala personal
del horóscopo individual).

1. Cósmica - El punto, la línea y el círculo de la ideación cósmica; el centro es el blanco arquetípico; la línea del Ascendente es el blanco manifestador y el punto del Ascendente es el gris neutral, la abstracción del castaño y el “compuesto” de los extremos del blanco manifestador y del negro. Nosotros no podemos conocer la extensión de .aquello que es manifestado por lo Desconocido, de modo que su “presencia” en el punto del ascendente debe ser lo indefinido, neutral, lo ilimitado del gris. El Gris es “ilimitado”, él combina y se mezcla con todos los colores y es más que ningún otro “matiz” aquello que puede trasmitir un sentido de la manifestación indefinida, infinita, sin enfocar nada pero simbolizando “Todo lo que es”.
2. Solar - La acción manifestadora del Padre-Madre Dios; el centro es el blanco manifestador; la línea del Ascendente sé modula desde el blanco manifestador a través del gris y del ca staño (compuesto de todos los colores del espectro) hasta el punto del Ascendente que es negro; el punto Ascendente negro simboliza la manifestación quimicalizada total, hasta el grado más denso de este sistema solar; en el negro se hallan todas las expresiones incoloras que son inherentes simbólicamente en la naturaleza de todos los seres de este sistema y que deben ser “liberadas” como símbolos de color específicos de gradaciones de conciencia durante la evolución de estos seres en ciclos de encarnación.
3. Humana - (A) El Gran Mándala Astrológico del arquetipo Humanidad; el centro es el blanco manifestador, la línea Ascendente modula desde el blanco a través del gris y del castaño; el punto Ascendente, el “Yo Soy” del arquetipo individualizado es el rojo, el primer color cardinal que corresponde a Aries, primer signo cardinal del mándala. Las tres variaciones del “Yo Soy” de la Humanidad son las cúspides (en la dirección de las agujas del reloj) de la décima, séptima y cuarta casas; la totalidad de estos cuatro “Yo Soy” es el Yo Soy de la familia human básica; procreadores varón y hembra, engendrados varón y hembra; varón y hembra de causalidad y varón y hembra de reacción a, o efecto de, la causalidad. Como quiera que los científicos que estudian y analizan el color nos dicen que hay cuatro sentidos de los colores primarios básicos (rojo, amarillo, verde, y azul), nosotros atribuiremos cada uno de éstos a un punto cardinal del Gran Mándala: Aries, rojo;
Capricornio, amarillo; Libra (complemento de Aries), verde; y Cáncer (complemento de Capricornio e iniciador de la última Trinidad del espectro genérico), azul. La trinidad de fuego será representada por gradaciones desde el rojo puro a través del anaranjado; la de la Tierra, el amarillo a través de sus matices más oscuros hasta el aire - verde (en sus modulaciones, al agua) azul - continuando hasta completar el espectro en Piscis, en la púrpura, símbolo del color de las cualidades divinas y el último color del orden básico del
espectro. Este es un acercamiento. Usted puede descubrir otro o muchos otros. Pero -
¡descubra algo!.

3. Humana - (B) El horóscopo personal de un ser humano individual. En la humanidad aún no evolucionada, el centro es el rojo de la sangre; en la humanidad en evolución, es el rojo del “Yo Soy” individualizado mezclado con la redención del color blanco; la línea del Ascendente modula a través del gris y del color del rayo hasta el color que puede ser identificado con el regente planetario del signo Ascendente. Este color representará la variación temporaria (para esta encarnación) del rojo - blanco del centro. El color del rayo - es un “básico” para cada ser humano durante la totalidad de su progreso evolutivo en la encarnación. El conocimiento filosófico u oculto revela tarde o temprano la naturaleza del rayo de uno y el color que le pertenece. Podemos suponer que, en casos de seres humanos no evolucionados, el color del punto Ascendente puede ser el castaño de la Tierra que será redimido y diferenciado a medida que la persona comience su evolución espiritual. En los horóscopos individuales de seres humanos, la negrura puede estar implicada, como se indicó anteriormente, en aspectos planetarios congestionados, pero nunca en el punto Ascendente.
Existen probablemente tantas “soluciones” a este estudio del color en la simbología, como personas que lo estudian. Pero cuando nos desembarazamos de las limitaciones de la reacción del sentimiento personal a los colores estamos más capacitados para enfocar nuestra conciencia de los colores como factores en la simbología abstracta - para correlacionar la esencia de la vibración del color con los fundamentos de las figuras simbólicas. Otro acercamiento para estudiar los “colores básicos” en un horóscopo individual es sintetizando las posiciones planetarias por el “dispositor” - y crear una combinación de las posiciones planetarias por ubicación de signo. En semejante síntesis todos los planetas dignificados trasmitirán un sentido de la mayor pureza de color, aquellos en detrimento (opuestos a los signos dignificados) son “neutralizados” hasta cierto punto y sus colores se acercarán a una mezcla con gris. También, para correlacionar el color con el diseño estudie su mapa desde el punto de vista de ver cómo sus agrupaciones planetarias forman patrones específicos - una gran cruz, un gran trino, una cuadratura con la alquimicalización de un planeta por un tercero con el cual forma sextil. Su horóscopo es, en cualquier forma o arreglo, en blanco y negro, una abstracción de un cuadro pintado en
símbolos. Fíjese en los planetas que están más al norte, sud, este y oeste - ellos son puntos estructurales en su “Astro-retrato”; los aspectos de oposición son “verticales, horizontales y diagonales” en su retrato, etc. Pero hágase más conciente de la importancia de colorear mentalmente símbolos astrológicos - es un ejercicio de lo más valioso y beneficioso de sus poderes intuitivos.

del libro " Estudios de Astrología VI ", de Elman Bacher

en you tube, desde aquí
https://www.youtube.com/watch?v=ckS5W3uri2Y&feature=youtu.be


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